jueves, 6 de noviembre de 2008

Cuando los intereses se cruzan


Cuando el genocidio sudanés confluye en enfrentamientos étnicos y altos intereses económicos, con un marcado color negro petróleo. Detrás del gobierno de Jartúm se encuentra China, su principal aliado y sostén, y una gran potencia que, a causa de su enorme y constante crecimiento, requiere de grandes cantidades de petróleo. Pekín negoció con el régimen sudanés aislado internacionalmente por la masacre que ya llevaba cerca un año petróleo a cambio de armas e instrucción militar para combatir a los suublevados del sur.
Hasta hace poco tiempo, revivió el interés oxidental en el petróleo sudanés, sobre todo de parte de Estados Unidos. Los intereses cruzados de Washington y Pekín no hacen más que alimentar la guerra sudanés. Mientras los primeros apoyan a los rebeldes, China sigue rearmando al régimen de Jartum. Una guerra que empezó como choque étnico, se convirtió en un conflicto por los recursos naturales.

No hay comentarios: